Visita al Colegio Humanista “Alfonso Reyes”
El viernes 13 de
Marzo del 2015, se realizó una visita al Colegio Humanista Alfonso Reyes, donde
alumnos de la licenciatura en Educación de la Universidad Madero tuvimos la
oportunidad de trabajar 30 minutos de clase con niños de nivel preescolar y
primaria.
Antes de
realizar nuestra práctica, la Directora del Colegio nos platicó sobre su método
pedagógico basado en el desarrollo de las inteligencias múltiples.
Me llamó la atención que los profesores tienen que estar innovándose y
capacitándose constantemente conforme avanzan las tecnologías, métodos educativos;
para esto se requiere que asistan a congresos, diplomados, cursos y talleres.
El Colegio combina en su método educativo tanto el humanismo como las
inteligencias múltiples desde el nivel preescolar hasta bachillerato. Los
maestros saben cómo trabajar con los lóbulos frontales del cerebro de los niños
y adolescentes, cómo motivarlos a
obtener aprendizajes significativos. Asimismo, los docentes comprenden que los
alumnos aprenden de manera diferente y que es importante ser incluyente ante
alumnos que son autistas, tienen déficit de atención o síndrome de Down.
En el Colegio se enfocan en desarrollar un tipo de inteligencia por semana.
Además, hay un maestro y un salón
acondicionado para cada una de las asignaturas.
El espacio físico y ambiente para desarrollar cada
inteligencia es el ideal, pues se cuenta con mucho material lo que permite que la
mente e imaginación del niño vuele y sea creativa.
Para evaluar el aprendizaje se realizan exámenes,
proyectos, trabajos individuales y en equipo. Los alumnos tienen la libertad de
expresarse y el profesor tiene la función de guiarlos y hacerlos distinguir entre
lo bueno y lo malo.
Mi compañera Fernanda y yo hicimos una práctica en el grupo de tercer año
de primaria donde manejamos la inteligencia interpersonal para que los niños
convivieran y trabajaran juntos.
En esta práctica dimos el tema “tipos de fuerzas”
(empuje, magnética y gravedad). Al principio dimos varios ejemplos y les
pedimos a los niños nos dijeran lo que pensaban que era la fuerza y qué tipos
de fuerza conocían.
Después formamos parejas para que de forma física
demostraran los tres tipos de fuerza.
Al final jugamos a la papa caliente (con ayuda de
una pelota) y al que se quedara con la pelota le hacíamos preguntas del tema.
Me gustó mucho realizar la práctica porque los
niños fueron muy participativos y considero que fue una gran experiencia.