Análisis película Los
niños de Irena Sendler
La realidad que
enfrentaban las personas durante la segunda guerra mundial era muy trágica, las
personas se veían físicamente mal, no estaban estables, niños morían de hambre
y pedían que comer, los comentarios por la gente Polaca eran muchos y es ahí
donde Irena Sendler una mujer cuyo corazón no impidió ayudar a los demás…
Es ahí cuando a
las afueras de Varsovia, Irena Sendler acude en la noche a una casa donde una
pareja esconde a una pequeña niña judía quien protegió de ser forzada por
alemanes y pasaron una noche juntas.
Por ese simple
gesto y por ayudar a las personas más cercanas que tenía y que pertenecían a
una especie de ghetto judío, su acto de valentía y de coraje logro evitar que más
de 2000 niños fueran llevados a los campos de concentración donde si bien
conocemos la historia eran llevados a hornos humanos donde con palabras y
engaños lograban encerrarlos y después se deshacían completamente de ellos para
no dejar restos de ellos.
Lo lograba
falsificando nombres o de cierta forma los escondía pero de ser tanta la
cantidad de niños fue descubierta por los nazis y condenada a la muerte pero
por su gran amor y entrega que les dio a muchas personas los polacos lograron
rescatarla. Tanto era su amor por la gente que les brindaba seguridad, comida,
ropa, compañía y que era muy buena con cada uno que se rehusó a dar cualquier
señal de las familias que escondían a los niños.
Como es posible
que una trabajadora social pudiera hacer eso por miles de niños, fue una guerra
horrible que la marcaron de por vida por la mayor cantidad de muertes. Hoy en
día pensamos que sin el dinero no podríamos hacer nada pero nos frenamos por no
fracasar. Pensamos que nosotros no somos nada y que solo los que tienen voz,
voto y poder son los que están gobernándonos, tal vez no podemos esconder niños
en la casa pero si podemos hacer un solo gesto por una sola persona y crear en
ellos una esperanza de que todavía hay gente buena haciendo cosas buenas.
A mí me han
enseñado que mientras tenga y tenga con que dé hasta que duela y si duele dar
más, es una reflexión que es verídica y no podemos perder la fe en la humanidad
o desalentarnos en ayudar a otro. Espero que ninguna de las personas con las
que convivo lleguen a pasar por un mal momento y si lo pasan estar con ellos
brindándoles de cualquier forma una ayuda.